En 2014 inicié con unos de los trayectos más hermosos de mi vida: ser mamá.

Poderme embarazar tomo más tiempo de lo que pensé, de hecho fue un gran reto en lo individual y en pareja. Ese momento de incomodidad en mi vida me hizo empezar a buscar con más intensidad herramientas de crecimiento personal para encontrar respuestas. Leí muchísimos libros, tomes sesiones de coaching, asistí a talleres y todo en conjunto me ayudo a concientizar que yo soy creadora de mi vida, mayor autoconocimiento y adquirí herramientas como manejo de emociones, aceptación y perdón para crear milagros. Todo esto me dio la base para mi despertar de conciencia, abrirme a la maternidad y sentirme merecedora de ello.  Así que sin haber nacido, Sara y Camila me ayudaron a crecer y ahora caminar con ellas me han hecho crecer más.

Ser mamá me sensibilizó hacia nuestro niñez, darme cuenta que la sociedad y los papás por la forma en que nos educaron crecemos a nuestros niños en sentido opuesto de su ser auténtico, con limitaciones mentales sobre el dinero, salud, relaciones y propósito de vida y no les ensañamos herramientas poderosas se encuentra a su disposición en su interior. Por eso, tengo un compromiso con mis hijas y los niños de brindarles herramientas para que crezcan conociendo lo maravillosos que son, gobiernen su mente  y amándose a ellos mismos. 

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